Un aviso amoroso y claro
Sabemos que la sexualidad es tan diversa como los cuerpos que la habitan. Este texto usa un lenguaje práctico para facilitar la lectura, pero está pensado para todas las identidades, orientaciones y formas de relacionarse. Tu intimidad merece respeto, cuidado y libertad —y eso incluye cómo te hablamos.
Una práctica consciente para abrir el cuerpo, encender la energía y recordar que el placer también es una forma de atención.
1. Crea el santuario
El planeta seguirá girando aunque tú te regales 20 minutos. Apaga todo lo que haga ruido visual o mental.
- Enciende velas de cera natural para que la luz tiemble suave.
- Usa incienso de copal, damiana o sándalo; aromas que despiertan el cuerpo sin saturarlo.
- Coloca una manta o tapete cómodo, un cojín para sentarte y, si quieres, una pieza de cuarzo o una flor fresca.
- La música: ritmos lentos, envolventes, casi como respiración expandida.
Este ambiente no es decoración; es la primera caricia.
2. Respiración para abrir el canal
Coloca una mano en el pecho y otra en el vientre.
Inhala lento por la nariz contando cinco, mantén dos segundos, exhala por la boca en siete. Repite por tres o cinco minutos.
Esta respiración baja al cuerpo, suelta las prisas y prepara el sistema nervioso para sentir en lugar de sobrevivir.
Extra opcional: imagina que inhalas desde la pelvis hacia el corazón y exhalas del corazón hacia abajo. Es un pequeño puente energético entre deseo y presencia.
3. Despertar corporal
El cuerpo es más cooperativo cuando lo tratan bien.
- Rueda el cuello.
- Afloja los hombros.
- Abre suavemente el pecho.
- Balancea caderas en círculos lentos.
- Desliza tus manos por brazos, torso y muslos como si activaras cada zona para un viaje sensorial.
Si estás en pareja, pueden hacerlo mutuamente; el toque sin expectativas cambia por completo la atmósfera.
4. Anclaje sensorial con DownThere
Coloca unas gotas en tus manos y frótalas hasta que el aceite despierte su aroma. Luego:
- Llévalo a la pelvis, ingles, abdomen bajo, muslos internos y baja espalda.
- Si estás sol@, hazlo como un acto de reconocimiento.
- Si estás en pareja, usen el aceite como un lenguaje; un toque lento, cálido, consciente.
DownThere no es sólo lubricación; es una invitación a bajar la velocidad hasta que el placer se vuelva información.
5. Presencia, mirada y sincronía
- En pareja: siéntense frente a frente. Miren sin exigir, sin interpretar. Solo observen lo vivo del otro. Sin hablar.
- En solitario: cierra los ojos y lleva toda tu atención a la pelvis. Observa sensaciones, calor, hormigueo, pulsos.
Este punto es el interruptor principal del ritual: cuando la mente se calla, el cuerpo habla.
6. Exploración consciente
Aquí empieza lo interesante.
- Toca o tóquense con curiosidad, no con prisa.
- Alternen presión, temperatura, ritmo.
- Prueben zonas no obvias: costados del torso, parte interna de brazos, detrás de rodillas, nuca.
- Deja que DownThere potencie la suavidad, la expansión y la lubricación natural.
Recuerda: el objetivo no es llegar a un orgasmo, es abrir el campo donde el orgasmo sucede.
7. Cierre energético y corporal
Coloca una mano sobre el corazón y otra sobre la pelvis. Inhala profundo y siente cómo el calor interno se acomoda. Si estás en pareja, junten manos sobre el corazón un momento.
Agradece al cuerpo por estar disponible, incluso si hoy lo estuvo solo un poquito.
Este cierre es lo que transforma la práctica en un ritual.
Si después de todo esto el cuerpo queda vibrando, la respiración más suave y la piel más despierta, entonces sí: DownThere hizo lo que tenía que hacer… y tú también.